mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés
viva
en algún sitio, iluminada
por una luz—cualquiera...
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se
muere,
bajo ese amor que sigue y nunca
acaba.
Ángel González
Poema cantado por Pedro Guerra
Me has conquistado del todo con esta entrada. Es y será uno de mis poemas favoritos para siempre. La selección de obras que has hecho para el blog es magnífica, gracias. Un beso.
ResponderEliminarHola, Sonia, qué ilusión tenerte por aquí. Encantada estoy con la conquista, burbujita ;)
EliminarBesos.
P.D: gracias a ti por leer